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Caza

Cacería de un búfalo de la India

Anécdotas de cacería

Autor: Viva Mariano Marcelo

Fecha publicación: 24/07/2012

Desde hacía tiempo, tenía en mente la posibilidad de organizar una cacería de un búfalo de la india. Por esos tiempos, no hace tanto, solamente unos años, el único dato concreto que tenía era de la provincia de Corrientes, ya que un amigo, Osvaldo, que trabaja en la armería Bowie, me contó, la cantidad de ejemplares que había en las estancias de esa provincia.

Esa posibilidad la descarté por lo complicado del traslado y la distancia que era realmente grande. Me puse en campaña de encontrar otro lugar mas cercano, y la verdad, no podía dar con el coto de caza indicado. Hasta que un día, de forma casual, en un viaje a una estancia muy grande, a la que había ido a cazar ciervos axis, me enteré que tenían búfalos, la sorpresa me invadió por completo.

Regresé a Mar del Plata, y como siempre, me ganó la ansiedad. Realmente era una oportunidad única, porque esto se remonta a unos meses después de la crisis del 2001, y los precios de ese coto de caza, si bien esto fue posterior a la devaluación, todos los trofeos seguían figurando como en la época del 1 a 1.

Todos los obstáculos parecían superados, pero no contaba con la camioneta para poder trasladar la cabeza y la carne del animal. Regresé a mi ciudad. Al otro día me fui a lo de un gran amigo, el taxidermista Antonio Becerra, realmente un artista en este oficio por los trabajos que realiza en trofeos cazados en Argentina y el mundo. Mi amigo contaba en esos años con una camioneta Renault 0 KM, no dudó un instante en ofrecerme el vehículo y su companía para el esperado viaje.

Partimos de Mar del Plata con los bolsos, entre los que se encontraba el fusil para esa ocasión. Quería llevar el .375 H&H que siempre me acompañaba en busca de algún jabalí, pero por esas cosas de la vida, el día que mas lo necesitaba, no lo tenía, ya que lo había vendido con la intención de comprar otro mas fino, europeo.

No dudé, y entre los bultos partía con un Ruger .300 Winchester Magnum, estaba seguro que era el calibre mas adecuado de todo lo que tenía en el armero en ese momento.

El viaje realmente agradable, donde la conversación, sobre trofeos era muy interesante, dado la experiencia que tenía el amigo en este sentido. Después de muchas horas de viaje, llegamos al lugar, hicimos noche en una hostería, donde no faltó el buen asado, como en cualquier salida de caza mayor. La estancia estaba a otros 50 kilómetros.

Al otro día seguimos viaje, y en menos de una hora estabamos en el coto de caza. Nos recibieron con gran camaradería, y el guía nos acompañó a recorrer las zonas sin monte de la estancia, donde en ese momento habitaban estos ejemplares. Encontramos la manada que comprendía unos 30 animales, nos aproximamos a unos 100 metros, y traté de elegir el mejor ejemplar, que no era una tarea fácil, ya que todos eran muy parejos como trofeo.

Saqué el seguro del Ruger .300 Winchester y le hice dos disparos, uno atrás del otro, a unos centímetros posterior del codillo. Los 900 kilos del búfalo, a los pocos segundos se desplomaron. La munición Federal Premiun de 200 grains, habían actuado de maravillas.

Tardamos un rato en acercarnos al animal, porque los búfalos, nerviosos, querían levantar con sus cabezas al ejemplar muerto. Regresamos a Mar del Plata, muy conformes, habiendo vivido, una gran experiencia: la caza de un búfalo de la India, un recuerdo imborrable, ya que es el trofeo de mayor porte que habita en la Republica Argentina.

Hasta la próxima.

Viva Mariano Marcelo

DNI 16.473.696

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