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Municiones

La Pólvora

Uno de los descubrimientos que cambiaron al mundo

Autor: Polari Rafael Carlos

Fecha publicación: 02/10/2014

Auspicia: Tiro y Entrenamiento Deportivo

El hombre a través del tiempo ha ido forjando en forma permanente el presente y el futuro.

Aplicando su fenomenal inteligencia fue resolviendo problemas de todo tipo.

Muchos inventos y descubrimientos le permitieron mejorar su calidad de vida y observar nuevos horizontes. De esta manera muchas mentes brillantes han dejado a su paso, importantes obras que la humanidad toda y con el paso de los siglos, reconoce como verdaderas genialidades.

La pólvora es sin lugar a dudas, uno de esos descubrimientos en que perfectamente hay un punto de inflexión, o sea un antes y un después.

Cuando se toma conciencia de la utilización de la pólvora como elemento propelente, que tiene la característica de poder arrojar un proyectil a una distancia y con una precisión no imaginada para la época (aproximadamente siglo XIII), cambia radicalmente la forma y la táctica de guerra. Comienza el desarrollo de armas capaces de disparar dichos proyectiles, que comenzaron siendo simples bloques de piedra, y que luego se transformaron en esferas pero ya de metal. La industria metalúrgica pone todo esfuerzo en lograr fundir los primero cañones, que eran de bronce, dando paso luego a los de hierro.

Un poco de historia

Algunos datos o fechas son aproximados, realmente no se sabe a ciencia cierta por quien y cuando fue descubierta. Para algunos autores fueron los Chinos en el siglo IIX, quienes la utilizaban para fuegos artificiales, o sea para fines pacíficos; pero otros datos dicen que los árabes le daban uso bélico hacia fines del siglo XIII.

Durante la Edad Media, los mayores investigadores eran los monjes de los conventos, estos justamente y por ese motivo se le atribuye al monje inglés Roger Bacon en el año 1242 como el primer registro de la pólvora negra. Sus componentes básicos son: Salitre (NO3K), Carbón (C) y Azufre (S). Los porcentajes de esta primitiva y revolucionaria pólvora eran: Salitre 37.5%, Carbón 31.25% y Azufre 31.25%.

Se supone con cierta lógica que durante largos años de investigaciones y pruebas no deben haber sido pocos los accidentes, debido a fuertes y repentinas explosiones, causadas por la falta de experiencia en el manejo de las diferentes cantidades de cargas usadas, como también los débiles tubos que hacían las veces de cañones.

En el siglo XIII, Alberto Magno modifica la primitiva fórmula en algunos pequeños porcentajes: Salitre 41.2%, Carbón 29.4% y Azufre 29.4%.

Finalmente Bertold Schwartz da una composición a la pólvora: Salitre 44%, Carbón 29% y Azufre 27%.

Se estima que el año 1325 es el primer indicio del uso de la pólvora con fines bélicos en Europa.

Características

El moderno propelente llamado pólvora negra, PN, compuesto por Salitre, Carbón y Azufre, tiene varias características particulares, siendo la principal que al estar en un recinto cerrado y encenderse, esta se inflama rápidamente, generando una gran cantidad de gases y consecuentemente la gran elevación de presión y temperatura.

Las características principales son:

1. Granos irregulares.

2. Higroscópica.

3. Sensible al choque, calor o chispa.

4. Temperatura de encendido 300° C.

5. Temperatura de combustión 2300 o 3800° C.

  • 1. Inicialmente se obtenía la pólvora mezclando los componentes, que previamente eran molidos en granos muy finos, semejantes a la harina. Este procedimiento tenía la desventaja de apelmazarse de manera considerable y por consiguiente quedaba muy poco aire entre los granos, lo que hacía que la velocidad de quemado fuese lenta y despareja.
  • Para mantener homogénea la pólvora, esta se la mezclaba muy cerca del lugar donde se la utilizaría, porque debido a los movimientos que recibía durante el traslado, hacía que la mezcla fuese irregular en sus proporciones a medida que se vaciaban los recipientes, haciendo muy variable sus prestaciones.
  • Luego hacia el año 1450 se mejora notablemente el proceso de fabricación y por ende sus prestaciones. Esto consistía en mezclar los componentes igualmente molidos y agregar hasta un 10 de agua, se obtenía una pasta homogénea y espesa que luego de dejarla secar se la desmenuzaba en granos de diferentes tamaños, que eran pasados por varios tamices, para luego separarlas en diferentes medidas. De esta manera se obtiene una combustión más rápida y pareja y se elimina el problema de la homogeneidad, el apelmazamiento y permite también la presencia de aire entre los granos. Así se dio un gran paso, se solucionó el problema del traslado, la mezcla en el lugar donde se la utilizaría y también la desproporción de sus componentes, con el consiguiente mejoramiento en sus prestaciones como propelente.
  • Los granos más finos se los utilizaba para los calibres más pequeños, puesto que la combustión es más rápida. Los granos más gruesos al ser de quemado más lento, se los utilizaban en calibres mayores, como ser cañones y mosquetes.
  • Se denomina polvorín a la pólvora mas fina de todas. Serpentín, a la pólvora en polvo de granos muy pequeños y granulada a la descripta anteriormente. A diferencia de las anteriores, ésta es más estable, es tres veces más potente y por lo menos es el doble más rápida su velocidad de combustión.
  • 2. Ser altamente higroscópica (gran absorción de humedad), le daba la gran desventaja de ser muy difícil su encendido, agravado en días de humedad o de lluvia. La aplicación de grafito a los granos una vez preparado para su utilización, mejoró notablemente no solo el encendido, sino también la preservación de los cañones contra la oxidación, debido a la presencia de residuos sólidos provenientes de la combustión.
  • 3. La pólvora negra es altamente peligrosa, su manipulación y almacenamiento, deben hacerse con sumo cuidado, puesto que es muy sensible al choque, fuentes de calor o chispas. La falta de precaución, puede derivar en gravísimos accidentes, puesto que su encendido se produce en forma prácticamente instantánea.
  • 4. y 5. Por último digamos que la pólvora negra, para su iniciación necesita una fuente de calor de 300° C, y, genera durante la combustión altísimas temperaturas, que oscilan entre los 2300° C y 3800° C.

Debemos dejar bien en claro que la pólvora, en este caso la negra, como también así la pólvora sin humo, contrariamente a lo que normalmente se cree, esta no es un explosivo, sino que es un propelente, que tiene la propiedad que al encenderse en un lugar cerrado, genera una gran cantidad de gases, debido a esto aumenta la presión y la temperatura dentro de la recámara del arma y justamente, este violento aumento de la presión es lo que dará impulso al proyectil, enviándolo a lo largo del cañón.

Durante el proceso de combustión (apenas una fracción de segundo), aparte de la generación de gases y presiones, se obtienen una importante cantidad de residuos sólidos, debido a la reacción química de sus componentes. Los residuos que oscilan entre el 45 y el 55% del peso de la carga, se depositan tanto en la recámara como en todo el largo del cañón. La acumulación de estos trae como consecuencia, la dificultad en la recarga como así también la pérdida de precisión, debiendo proceder a la limpieza periódica de los mismos (5 a 6 disparos).

Los procesos químicos que se producen durante la combustión son muy complejos; los residuos contienen principalmente dióxido y monóxido de carbono, nitrógeno, sulfato de potasio, carbonato de potasio y vapor de agua. El caso del sulfato de potasio al combinarse con el vapor de agua produce ácido sulfúrico, sustancia esta que es altamente corrosiva. Esta es la causa por la cual hay tan pocas armas antiguas conservadas en buen estado, que no han sido atacadas por la corrosión.

La pólvora negra se la puede clasificar de la siguiente manera, y además establecer medianamente su aplicación, de acuerdo a su grano:

Con el correr de los años aparecieron nuevos compuestos que en su mayoría no pasaron de pruebas experimentales:

Pólvora blanca: Creada por Bertholet en el año 1785. Algunos de sus componentes fueron reemplazados, por ejemplo el salitre por clorato de potasio, siendo su fórmula la siguiente:

Clorato de potasio: 49%
Prusiato de potasio: 28%
Azufre: 23%

Sus principales características eran que dejaba muy pocos residuos, pero era altamente corrosiva debido al clorato y, también muy sensible, causas por las cuales no tuvo mucho empleo.

Pólvora marrón o parda: Fue la última evolución de la pólvora negra después de casi 650 años. Fue creada en 1880 y sus prestaciones superaban ampliamente lo conocido, tuvo la contra que su aparición fue contemporánea de la pólvora sin humo, por lo cual no tuvo mucha aplicación. Su fórmula era la siguiente:

Salitre: 78%
Carbón rojo: 19%
Azufre: 39%

La aplicación de un alto porcentaje de salitre y muy poco contenido de azufre, sumado esto al agregado de carbón rojo, le daban la particularidad de tener una combustión más lenta, lo que mejoraba notablemente la parte balística. Otro punto a favor era que producía muy pocos residuos de ácidos corrosivos.

Finalizado el tema de la pólvora negra, nos quedaría por mencionar dos propelentes con características similares: Amidpulver y Ammonpulver. Digamos que pulver significa pólvora en alemán.

Amidpulver: Fue patentado por un señor llamado Gans, en Hamburgo, Alemania. La fórmula original era:

Salitre: 40 a 45%
Nitrato de amonio: 35 a 38%
Carbón: 14 a 22%

Dicha fórmula se mejoró sensiblemente pasando a tener una reducción de salitre del 14% y un aumento del carbón del 49%, quedando de la siguiente manera:

Salitre: 38%
Nitrato de amonio: 35%
Carbón: 30%

Ammonpulver: Era otra variante de la pólvora negra pero en base a nitrato de amonio (80 a 90%) y carbón.

Similar a la Amidpulver, la temperatura de combustión es notablemente mas baja, en los 900° C, aproximadamente, con la consiguiente reducción en la erosión y corrosión en las ánimas de los cañones, ya producía efectos balísticos similares a la pólvora sin humo de base doble, no producía fogonazo, muy poco humo, era muy estable y además barata de fabricar.

De todos modos tenía algunos puntos en contra; necesitaba un iniciador más potente para su encendido; se debía mantener la forma exterior del grano en forma permanente, de lo contrario había importantes cambios en la velocidad de combustión y la generación de presiones. Era extremadamente higroscópica, razón por la cual se debía tener cuidado con su almacenamiento y transporte. No toleraba grandes cambios de temperatura, con un mínimo de humedad en los granos a temperaturas inferiores a 0° C, se generan cristales de hielo que hacían frágil al grano. Por encima de los 32° C, se producía una recristalización de los granos, en especial el nitrato de amonio, en estas condiciones se trituran los granos. Un cartucho que se disparase con los granos pulverizados generaba altísimas presiones que podían destruir las armas y a quienes las rodeaban.

Pólvora negra actual

Luego de aproximadamente 750 años de su creación, la pólvora negra tiene hoy en día gran cantidad de adeptos tanto para la caza como para el tiro deportivo, también tiene una gran aplicación en el campo militar. Por lo tanto su fabricación es totalmente industrializada.

Podemos en pocas palabras dar un pantallazo al proceso de fabricación. Es necesario para ello contar con la materia prima de altísima calidad y pureza, como primera condición, como segunda condición respetar estrictamente las fórmulas. Las fábricas deben ser preparadas para tal fin con modernas maquinarias y tecnologías, recordando la peligrosidad del material que se está tratando, son muy importantes las medidas de seguridad tanto en la fabricación como en la maquinaria y el almacenaje. La capacitación del personal, como así los procesos deben estar bajo la estricta supervisión de Organismos Estatales.

Partiendo como se dijo de la materia prima correcta (nitrato de potasio, carbón vegetal y azufre) se produce a pulverizarlos; luego son mezclados en grandes tambores rotativos, una vez homogeneizada la mezcla se le agrega agua en un 10%. Dicha pasta se la comprime en grandes prensas hidráulicas, moldeándose así un producto llamado "tortas". Luego dichas tortas pasan por un secadero, una vez secas se las tritura hasta obtener los granos, los cuales se los tamiza para obtener los diferentes tamaños y se les quita el polvo. Estos granos de pólvora se los hornean a 40° C, se los vuelve a colocar en tambores rotativos donde toman la forma redondeada, se les agrega grafito, son nuevamente tamizados y finalmente envasados para su comercialización.

Pólvora sin humo

La pólvora negra fue utilizada en armas de avancarga desde, aproximadamente, 1326 hasta 1850 y en armas cortas de retrocarga hasta 1880, momento en que da paso a la pólvora sin humo.

Un poco de historia

Veremos brevemente como se desarrolla a través de los años la pólvora sin humo y luego la analizaremos.

  • 1833 - Acido nítrico concentrado, en tejido de lino.
  • 1838 - Celulosa con ácido nítrico.
  • 1845 - Algodón con ácido nítrico.
  • 1846 - Algodón de pólvora.
  • 1847 - Nitroglicerina (ácido nítrico y sulfúrico con glicerina).
  • 1860 - Nobel experimenta con nitroglicerina.
  • 1862 - Aserrín con ácido sulfúrico y nítrico.
  • 1867 - Nitroglicerina disuelta en tierra. Nobel patenta la dinamita.
  • 1884 - Pólvora B. Nitrocelulosa gelatinizada en éter.
  • 1886 - Se usa la pólvora B para cartuchos Label 8 x 50.
  • 1887 - Nitrocelulosa con nitroglicerina. Balístita (Nobel).
  • 1890 - Nitrocelulosa con nitroglicerina y vaselina. Cordita.

Ampliando lo anterior diremos que a partir de 1840, en Francia se descubrió que tratando sustancias orgánicas con ácido nítrico se obtenían sustancias explosivas, que eran muy inestables. Ya a fines de 1845 un suizo llamado C. F. Schombein, descubrió que el algodón tratado con ácidos nítrico y sulfúrico y luego lavándolo obtenía un elemento bastante estable y manipulable. Así nació en 1846 el algodón pólvora o nitrocelulosa, también llamada de base simple. Dicho elemento tenía la característica de arder rápidamente lo que impidió su uso inmediato debido a la rotura de las armas. Su aplicación comenzó en 1865, cuando se logró estabilizar la nitrocelulosa lavándola con agua fría y caliente hasta neutralizar los ácidos y así modificar la estructura interna.

Poco tiempo después, en 1847, se descubre la nitroglicerina. Básicamente está compuesta por glicerina con ácidos nítrico y sulfúrico. Este es un compuesto químico incoloro e inodoro que contiene grandes cantidades de oxígeno. Una provocación exterior o golpe provoca una instantánea y violenta explosión.

En 1862 y en plena época de grandes ensayos y cambios llega la pólvora Schultze, que era una mezcla de aserrín con ácidos nítrico y sulfúrico. Se la utilizó mayoritariamente en escopetas y se la llamó "semi-smokless" (semi-sin humo). Estaba pensada para cargas iguales a la pólvora negra, pero era de combustión mucho más rápida, motivo este por la cual no se la utilizó en fusiles.

La pólvora de base doble llega en 1887, consiste en mezclar algodón pólvora con nitroglicerina. Dicha mezcla dio como resultado un propelente de gran calidad, ya que las presiones de combustión son menores que el algodón pólvora. También se lo conoce con el nombre de Balistita. El lado desfavorable es que debido a las altas temperaturas en armas automáticas, como las ametralladoras, deteriora con gran frecuencia los cañones.

En 1890, en Inglaterra se ensayó la Cordita. Su composición es 37% de algodón pólvora, 58% de nitroglicerina y 5% de vaselina.

Características

La pólvora sin humo es un compuesto químico, a diferencia con la pólvora negra que es un compuesto físico.

Comienza con el desarrollo de la nitrocelulosa, que luego se va perfeccionando con distintos métodos para controlar la velocidad de combustión.

Las características principales son que el oxígeno necesario para la combustión parte de una mezcla de productos químicos, razón por la cual no deja residuos sólidos sino que solamente gases y vapores; también comparada con la pólvora negra produce tres veces más energía a igual peso. Otra de las características son el tamaño y forma de los granos, con el cual se va a controlar la velocidad de combustión acorde al tipo de arma que la utilizará. Las formas mas comunes son: esféricos, cilíndricos, tubular, mono y multiperforadas, etc.

Son tres los tipos de pólvora:

  • a. Base simple (nitrocelulosa)
  • b. Base doble (nitrocelulosa y nitroglicerina)
  • c. Base triple (nitrocelulosa, nitroglicerina y nitroguanidina)

Base simple: Compuesta por nitrocelulosa (algodón con ácidos nítrico y sulfúrico) y un pequeño porcentaje de nitrógeno (13%). Su temperatura de combustión es relativamente baja, con el cual se preservan las armas, no es afectada por los cambios de temperaturas, pero la humedad puede hacer variar su rendimiento. Es la menos potente de las pólvoras, generalmente utilizada en armas largas.

Base doble: Compuesta por nitrocelulosa y nitroglicerina como elementos principales. Se le agregan otros compuestos con la finalidad de reducir la temperatura de la llama y la estabilidad, estos son sales inorgánicas y centralita. Al tener en su fórmula nitroglicerina es la pólvora más potente de todas. Tiene alta velocidad de combustión, fácil encendido, gran poder y alta temperatura (a veces superior a la fusión del acero, con el cual acorta notablemente la vida útil de los cañones). Por ser tan rápidas se las utiliza preferentemente en armas cortas. Es resistente a la humedad y cambios de temperatura. Es más peligrosa su manipulación y más costosa su fabricación que la base simple. Se le atribuye a Alfred Nobel el desarrollo de agregar nitroglicerina a la nitrocelulosa.

Base triple: Es una variante de la pólvora de base doble. En un caso se le agrega a esta nitroguanidina, en otro se reemplaza la nitroglicerina por trinitrato de trigicol. La función de la nitroguanidina no solo reduce el fogonazo, sino que aumenta su potencial balístico. La aplicación de pólvoras de base doble se da más en armas cortas, debido a que la combustión se produce con mayor rapidez. Es el caso de una pistola semiautomática que necesita una mayor velocidad de combustión para generar rápidamente altas presiones, imprescindible para que el proyectil adquiera altas velocidades en cortos cañones y con poco paso de estrías.

Las pólvoras de base simple, en contrapartida son utilizadas mayoritariamente en armas largas. La particularidad de su menor velocidad de combustión respecto de las de base doble le da la propiedad de que sea constante la presión generada, o sea que el proyectil recibe esa presión constante desde que toma contacto con las estrías del cañón hasta que abandona la boca del arma.

Las pólvoras de base triple son utilizadas mayormente en artillería.

Asimismo encontramos otras características muy importantes, a saber:

Progresividad: Es la particularidad de una pólvora, que de acuerdo a la forma y superficie de quemado de sus granos, variará la velocidad de combustión, la emisión de gases y el aumento de la presión, se la divide en dos grupos:

Regresiva: Característica de los granos cilíndricos, láminas o esféricos. Tiene la propiedad que la generación de gases y simultáneamente la presión aumenta rápidamente, y disminuyen de la misma manera, porque también la superficie de quemado disminuye.

Progresiva: Corresponde a los granos multiperforadas. A diferencia de la anterior la generación inicial de gases es menor, pero va aumentando en forma constante porque también aumente la superficie de combustión, por lo tanto necesita más tiempo para llegar a la presión máxima, que siempre es menor que en la regresiva, lo que hace que los cañones estén sometidos a menores esfuerzos.

Forma esquemática de los granos de pólvora

Como vemos en el gráfico, la forma de los granos va a determinar la velocidad de combustión y la presión máxima.

Para tener una idea más clara de lo importante que resulta una mayor superficie de quemado en un grano de pólvora, imaginemos tener un grano de pólvora de 1 cm³, tendríamos una superficie de combustión de 6 cm², ahora bien, si cortáramos nuestro cubo en pequeños cubitos de una décima de milímetro de lado (0.10 mm), obtendríamos 1.000.000 de dichos cubitos por 0.06 mm² cada uno, o sea que 1.000.000 de cubitos por 0.06 mm² de superficie, nos da una superficie total de quemado de 600 cm². Este simple ejemplo nos demuestra que solamente con modificar la forma de los granos de pólvora, sin alterar la cantidad de la misma, el comportamiento en cuanto a generación de gases y presión es totalmente distinto, debido simplemente a la mayor superficie de quemado.

Vivacidad: La vivacidad de las pólvoras es una definición muy difícil de expresar. Puede expresarse como la facilidad de una pólvora para arder. También si nos referimos a una carga determinada como lo inverso del tiempo de combustión.

Se la clasifica en 5 ítems:

Instantánea: Cuando la carga se combustiona totalmente antes que el proyectil comience a desplazarse.

Lenta: Cuando la combustión termina luego que el proyectil ha iniciado su movimiento dentro del cañón del arma.

Combustión estricta: Cuando esta finaliza antes que el proyectil abandone la boca del arma.

Combustión completa: Cuando la misma finaliza antes que el proyectil abandone la boca del arma.

Combustión incompleta: Cuando el proyectil abandona la boca del arma y aún quedan granos de pólvora por quemarse.

Densidad de la carga: Para obtener un mayor o menor impulso del proyectil, debemos pensar en la composición química, tamaño y forma de los granos y cantidad de pólvora. Justamente a la cantidad de pólvora es la que se denomina como densidad de la carga. Como definición podemos decir que es la relación entre el peso del propelente, en alguna unidad de peso y el volumen de la cámara de combustión, también en alguna unidad de volumen, el resultado de esta ecuación es característico de cada arma / cartucho. Cuando decimos volumen de la cámara de combustión nos referimos a la vaina con la punta en su lugar, como primera cámara de combustión, luego que el proyectil avanza ya parte del cañón pasa también a ser cámara de combustión El resultado de dicha ecuación depende de dos variables, si decimos que el volumen de un cartucho es constante, entonces vemos que al variar la densidad de la carga variará indefectiblemente la presión y por ende la velocidad del proyectil.

La densidad de carga se pone de manifiesto y se observa mas en recarga, de hecho al aumentar el peso de la punta se debe indefectiblemente bajar la carga de pólvora. Aquí vemos que se modifica el volumen de la vaina y por ende la carga. Para finalizar digamos que un cartucho de arma corta una densidad de carga normal sería entre un 55 % y 65% y en un cartucho de fusil el 90%.

Combustión: También llamada deflagración. Es el proceso de quemado de la pólvora, en el cual esta se transforma en gases, que son los que generan un gran aumento de presión y una gran cantidad de calor.

Velocidad de combustión: Es la velocidad con que la pólvora pasa de estado sólido a gaseoso. Va a depender del tipo de pólvora y tipo de grano que se quema en una determinada unidad de tiempo. Otros factores determinados de la velocidad de combustión serían los recubrimientos retardadores.

Cobertura retardante: Son productos químicos que se le aplican a los granos de pólvora, a fin de reducir la velocidad inicial de combustión. Uno de los productos más usados es el grafito, principalmente para mejorar el escurrimiento de los granos entre sí, también para eliminar las cargas de corriente estática que se genera a partir de la propia fricción entre ellos y finalmente y más importante como elemento retardante de la combustión. Además del grafito, algunos de los elementos más usados como retardadores son el sulfato de potasio, dibutil-eftalato, criolita, etc.

Un efecto que no fue previsto inicialmente, pero que en definitiva dio muy buenos resultados, es que al bajar notablemente la temperatura inicial de la combustión, se redujo también la erosión de los cañones de las armas, alargando así su vida útil.

Como último dato digamos que la unidad de medida del peso de la pólvora es el grain. Proviene de granos, que antiguamente era la forma de medir la cantidad de pólvora usada en una determinada carga. Actualmente el grain es una unidad de peso y su equivalencia es: 1 gramo = 15.43 grains, o 1 grain = 0,064 gramos. Nótese lo pequeño que es la unidad grain, y por ende la especial atención que debe ponerse para dosificar la carga de pólvora, puesto que un descuido o error puede derivar en gravísimos accidentes.

A modo de ejemplo vemos que la carga del poderoso 9 mm Luger, dependiendo del peso de la punta varía entre 3.7 y 4.7 grains, del mismo modo el .45 ACP oscila entre 4.5 y 5.5 grains; para armas largas, tenemos un fusil Mauser calibre 7.65 mm, 45 grains, Fusil calibre 7,62mm 43 grains, escopeta calibre 12 34 grains.

Fabricación: Al igual que lo expresado para la fabricación de la pólvora negra, la pólvora sin humo requiere de modernas instalaciones, dotadas con las últimas tecnologías, personal altamente calificado y por sobre todo bajo la supervisión de organismos oficiales. Se deben tener estrictos controles en cuanto a la seguridad. Cada uno de los procesos deben ser controlados con sumo cuidado y teniendo en cuenta las pequeñas tolerancias con que se trabaja en cuanto a tiempo y temperaturas.

La fabricación podríamos resumirla de la siguiente manera: se parte de la materia prima o sea el algodón, se lo trata con hidróxido de sodio y luego es enjuagado en agua. Para quitar todo resto de hidróxido de sodio se lo trata esta vez con ácido débil y se lo enjuaga nuevamente. Se le deja un pequeño porcentaje de humedad y luego es nitrado con ácido nítrico y sulfúrico. A continuación se lo lava y enjuaga varias veces y se lo centrífuga para finalmente lavarlo con alcohol. Se lo comprime en prensas hidráulicas y los trozos prensados son triturados. A dicho elemento se lo transforma en gelatina, agregando una solución de alcohol y éter como agente estabilizador. La consistencia es la extrusión en prensas hidráulicas a través de cribas con o sin perforaciones, lo que da la forma definitiva del grano. Se los seca con aire caliente húmedo, se los corta a la medida exacta ya preestablecida, se les agrega el retardante, para luego secarlos definitivamente con aire caliente. Se los coloca en tambores giratorios donde son pulidos con el agregado de grafito, que como vimos reduce la electricidad estática, actúa como agente retardante y los protege de la humedad. Finalmente son embalados y almacenados para su posterior comercialización.

Podemos decir que la gran diferencia entre la pólvora negra y la pólvora sin humo es que la primera no tiene ley de combustión. O sea que no hay forma de poder controlar la velocidad de combustión mas allá del tamaño de los granos, a diferencia de la pólvora sin humo que si se puede controlar y en forma muy precisa dicha velocidad, no solo con la granulometría sino también con aceleradores o retardadores, elementos que bajan la temperatura, apagan la llama entre otros.

Como comentario final podemos agregar que, bajo ningún concepto se puede emplear pólvora sin humo, cualquiera sea su tipo, en armas de avancarga o retrocarga, que originalmente fueron concebidas para utilizar pólvora negra. Las altísimas presiones que genera la pólvora sin humo respecto de la pólvora negra, sumado a la diferencia en la resistencia de los aceros de armas antiguas respecto de los modernos, pondría en serio riesgo de una violenta explosión no solo la integridad de las armas, sino también a los tiradores y ocasionales espectadores.

Esta pequeña síntesis, que a modo de investigación, pretende reunir información para ver como ha ido evolucionando con el paso de los años la pólvora, uno de los principales elementos que dan vida a esta noble y apasionante disciplina que es el tiro deportivo.

Bibliografía:

Balística Forense - Pedro T. Echeverri Gomez - Editorial Temis 1980
Fascículos Armas de Fuego - Ediciones Nueva Lente (España 1985)
Enciclopedia Encarta 2001
Apuntes Curso M.A.N. 2002
Revista Armas Mágnum
Apuntes Propios

Polari Rafael Carlos

Instructor de Tiro
Renar ITA 4883

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