Armas

Cabezas con tierra

La manipulación como característica del Pode

Autor: Seratti Ricardo

Fecha publicación: 07/06/2006

"Una antigua leyenda cuenta que cuando el creador pobló el mundo de hombres, comenzó por fabricar los cuerpos a guisa de maniquíes. Antes de lanzarlos a la circulación levantó sus calotas craneanas y llenó las cavidades con pastas divinas, amalgamando las aptitudes y cualidades del espíritu, buenas y malas. Fuera imprevisión al calcular las cantidades o desaliento al ver los primeros ejemplares de su obra maestra, quedaron muchos sin mezcla y fueron enviados al mundo sin nada adentro. Tal legendario origen explicaría la existencia de hombres cuya cabeza tiene una significación puramente ornamental"
El Hombre Mediocre. José Ingenieros

Desde que existen registros de lo dicho por el hombre hasta nuestros días hay palabras y actitudes que continuamente se reiteran. La primera de ellas es la mentira. Existe una necesidad humana de aceptarla y practicarla. Los pensadores de todos los tiempos le han dedicado su atención a ella o a la conveniencia de no decir la verdad. Algunos de ellos afirman que la mentira es la principal fuerza que rige al mundo. Los proverbios y refranes populares surgen de mentes brillantes y de la vida cotidiana y realista de los pueblos. Un antiguo proverbio del desierto afirma que "cuando tengas que decir una verdad ten el caballo listo para escapar." La otra palabra familiar directo de la mentira es la hipocresía. El pensador argentino José Ingenieros la definía como el arte de amordazar la dignidad, como el guano que fecundiza los temperamentos vulgares, permitiéndoles prosperar en la mentira. La religión católica considera a la mentira como un pecado, a la luz de dos mil años de poder terrenal, y el mismo filósofo al respecto decía: "Los más rezan con los mismos labios que usan para mentir."

La manipulación es una característica del Poder. Esta actividad está dirigida a transformar la conducta del manipulado. Este último ignora que lo es, convencido de tener una determinada conducta según una opción propia. La manipulación es sutil y oculta, siendo lo contrario a la persuasión, bien se podría decir que es una persuasión encubierta. La manipulación social tiene su base principal en la mentira. La manipulación psicológica opera a través de la emisión de mensajes que impactan en el sujeto pasivo y que están organizadas de manera programada para invadir las dimensiones inconscientes de su personalidad.

Esto también es utilizado para la publicidad comercial y la propaganda política. A su vez, existe la manipulación física y, por último, encontramos la supresión de la información como una segunda técnica de manipulación que busca inhibir a la potencial oposición. El tipo más nuevo de manipulación que se utiliza es el exceso de información, buscando lograr que a mayor cantidad de información se produzca menor conocimiento. Una especie de intoxicación. Además no basta con acceder a la información, es necesario comprenderla y eso se logra únicamente con una sólida formación intelectual. Esta última técnica posiblemente sea la que mayores beneficios le está brindando al Poder Mundial, permitiéndoles a todos creer que están en conocimiento de la realidad y procediendo consecuentemente a su divulgación, dándole así mayor movimiento a la rueda de la ignorancia. Hay organizaciones que desde hace muchos siglos la pregonan y algunas de ellas, notables, comenzaron a hacerlo finalizada la Segunda Guerra Mundial.

Para pertenecer a la "sociedad de los inteligentes", la membresía exige sólo un requisito: el manejo de un idioma superior. El mismo se caracteriza por una sintonía de pensamiento que sobrevuela los meros intereses circunstanciales o los ideales encadenados a un tiempo y espacio determinado. Es el oxígeno que respiran los hombres que vuelan alto y miran lejos como las águilas. No es casualidad que muchos imperios han tenido o tienen a esta eminente ave como símbolo. Sus miembros sienten mutua y honesta admiración a la capacidad intelectual sin importar el horizonte material o ideal al que el hombre dirija su voluntad. La voluntad y el poder... El poder es amoral y hasta quizás inmoral, siendo una de las reglas la de no juzgar a los contrincantes por sus intenciones sino por el efecto de sus acciones. Los hombres bien formados en valores jamás dejan de reconocer la inteligencia y el valor, aún si éstos los posee el enemigo.

Cualquier análisis que se haga debe comprender el punto de vista de la contraparte y, por supuesto, después se adoptan las medidas que surgen del propio interés. Los grandes hombres son los que con sus ideas, actitudes, coraje e inteligencia han producido los hechos importantes del mundo. Cada uno con su propia visión y limitación pero no por eso sus pasos por la vida han dejando de ser significativos. Cuando a Nietzsche le preguntaron por Schopenahuer en un tema puntual manifestó: "...los errores de los grandes hombres son venerables porque rinden más fruto que las verdades de los hombres pequeños." Lo triste y desolador de la actualidad es que las inteligencias se encuentran trabajando para el poder del dinero, ni siquiera para los estados. Estos son los que luego brindan el marco político y los hombres para las guerras.

En esta nueva ingeniería social hay una serie de operaciones destinadas a aumentar la confusión y el desconocimiento. Los estrategas no son políticos ni militares sino banqueros. Esto dificulta la comprensión y no permite racional e inteligentemente organizar de manera eficaz la defensa contra ello. El poder está aplicando una especie de "selección natural" a los países que no usan su inteligencia considerándolos como animales. Ya Montaigne hablaba de la diferencia de inteligencia entre los hombres y al respecto afirmaba que "hay más distancia entre tal y tal hombre, que entre tal hombre y tal bestia: es decir, que el más excelente animal está más próximo del hombre menos inteligente, que éste último de otro hombre grande y excelente."

Los diseñadores de este plan de dominación mundial son realmente brillantes, y su apetito de poder supera a líderes como Alejandro Magno, Napoleón Bonaparte o Adolfo Hitler, cuyas aspiraciones fueron interrumpidas por la historia. Es una muestra de intelectualidad que solamente las grandes universidades imperiales pueden formar. Su fórmula se basa en el conocimiento concentrado, más la investigación llevada hasta sus últimas consecuencias y además hombres ejecutivos con una voluntad de poder fuera de lo común, si bien no es común poseer ese tipo de voluntad. De aquí en más la producción de cabezas con tierra entra en su faz más industrial: la fabricación en serie. Que la gente no piense es una necesidad imperiosa del poder y más aún en la actualidad.

Para el hombre mediocre es continuar con su vida normal, que es la única forma de no equivocarse, dado que en toda nueva idea presienten un peligro. El mediocre es rutinario, medianamente honesto y manso con los poderosos. Puede llegar a ser soberbio con los que se muestran más débiles que el, "piensa" con la cabeza de los demás, no tiene iniciativa, mira siempre el pasado y por ende está condenado a vegetar. Según la opinión de Schopenhauer además se deja engañar por las apariencias y toma en serio todos los dogmatismos sociales, estando constantemente ocupado de someterse a las farsas mundanas. Este tipo de malformación es tan antiguo como reza la leyenda, por eso los gobernantes inteligentes de todas las épocas procuraron que además de no pensar con cabeza propia, tuvieran algún tipo de distracción. La versión moderna del circo romano son los deportes profesionales y la televisión.

Los partidos de fútbol no se suspenden ni siquiera durante las guerras y se venden más televisores que libros. Quienes tienen formación de clase dirigente aprovechan esas debilidades humanas conjuntamente con la poca o mala formación en valores y conocimientos, pero por razones obvias callan públicamente dado que su poder también reside en la ignorancia y cobardía de las masas. Hay otros dirigentes que se pueden definir con la frase de Nietzsche: "Cuántos hombres se precipitan hacia la luz, no para ver mejor sino para brillar."

Desde siempre los cabezas con tierra negaron la realidad que es la única verdad, según Aristóteles. Siempre ha existido el temor a la verdad o a enfrentar la realidad, siendo exclusivo de los de esa nefasta condición. También es cierto que nadie reconoce ser mediocre. Pero los que tienen formación para ser clase dirigente o aspiren a ello necesitan de la verdad aún para luego desfigurarla en su beneficio, utilizándola como lazo para los tontos, parafraseando a Rudyard Kipling. La mediocridad no guarda relación con las profesiones ni las nacionalidades, es un estado pobre del espíritu.

Ya Napoleón y luego Nietzsche hablaban de que los estados modernos ceden ante la opinión pública engendrando la conformidad y que la sociedad de masas moldea a los hombres dándoles una sola forma: degradada. Hoy en día la opinión pública la fabrican "cuatro" pensadores, la arrojan a los medios masivos de comunicación y al otro día se produjo la "opinión pública", que es la que legitima el accionar del Poder Mundial. Esa es la importancia de la hipocresía, todo debe ser formal, simulado y en lo posible democrático, sirviendo como antecedente para los que vendrán, quienes utilizarán esto como una especie de jurisprudencia y así sucesivamente. El estado predica doctrinas universales que tienden a despersonalizar al hombre. La educación produce especialistas, no forma hombres auténticos. La corrupción de la educación genera más corrupción a nivel general, rechazando la excelencia. Es la moral del esclavo.

Los mentirosos actuales, una forma simpática de definir a los expertos en acción psicológica, citan a modo de horror y como mal ejemplo a Joseph Goebbels, un especialista en propaganda política en tiempos de limitaciones tecnológicas, lo cual lo hizo doblemente competente. Antes que él existieron otros expertos en acción psicológica sobre las masas, eran teóricos o sin medios. De cualquier manera ya fue superado su atrevimiento por los operadores imperiales. Benito Mussolini alguna vez dijo que "el hombre moderno está asombrosamente dispuesto a creer." El filósofo danés Kierkeggard afirmaba que "el mundo quiere que lo engañen". La manipulación no es cuestión de algunas ideologías o religiones, es parte de todos los que aspiran a alcanzar, aumentar o retener el poder.

Si se pudiese ser totalmente objetivo, entendiéndose como exento de parcialidad, no se debe dejar de admirar la capacidad intelectual de estos nuevos amos del mundo. Tienen la responsabilidad de organizar y dirigir un mundo de seis mil millones de seres humanos y en aumento. Todos con ansias de consumir ya que fueron programados para eso, sino el capitalismo no hubiera triunfado sobre su otro socio el comunismo, y además cada vez con menos recursos naturales y mayores problemas de toda índole. Si no se detiene el consumo superficial o la tecnología no hay lugar para todos. Ya lo advertía Thomas Hobbes: "Y cuando el mundo entero se ve recargado de habitantes, el último remedio de todos es la guerra, la cual procura una definitiva solución, por la victoria y por la muerte." El poder no se va a sacrificar, siempre nivela hacia abajo. Todos pretenden defender sus pequeñas miserias humanas, todos convencidos de su importancia, con sus hojas de ruta que le fueron marcando desde sus nacimientos en forma inducida. Al punto tal que reciclan a los dirigentes que ya los traicionaron, que se enriquecieron a su costa y obviamente del Estado.

Otra de las principales características del Poder Mundial es que fija la presión psicológica sobre el tema económico. Se impone una necesidad de consumo mayoritariamente innecesario y haciendo "patada y mordida" obtienen ganancias, dominación y atacan directamente a la salud humana de quienes deben resistir semejante embate. La asfixia económica o financiera es un arma que se aplica desde hace mucho tiempo y su principal víctima es la familia. La destrucción de la misma aumenta el sometimiento, especialmente el de las clases bajas, que son los nuevos esclavos del siglo XXI. Una especie de sub-proletarios para quienes les interese llamarlos con un término político. Con sus vidas en plena agonía continúan festejando, pero no porque poseen valor para enfrentar a la muerte, sino por la cobardía a enfrentar la verdad.

Ante esta situación algunos quieren defenderse, participar, movilizarse, pero sin organización o sin tener en claro el accionar del enemigo equivale a nada. La lucha, como toda obra humana, para tener posibilidades de éxito necesita de un planeamiento y ejecución cuidadosa. La estrategia, que podríamos convenir es el arte de hacer posible la victoria, en el aspecto práctico, consiste en la utilización de todos los medios de que se disponen dentro del contexto en que está planteada la lucha. En esta guerra por la supervivencia cualquier método es válido, es exactamente lo que hace la contraparte. Ante un enemigo tan poderoso que está adquiriendo la forma de "lo sin forma" como advertía Sun Tzu al explicar la aplicación de la flexibilidad, el engaño, la manipulación y la explotación de las debilidades, podemos concluir que si no se cambia la frecuencia de pensamiento se llega a nuevas frustraciones y con el tiempo eso produce resignación. Al respecto Honoré de Balzac decía que "la resignación es un suicidio cotidiano."

Alguien ha afirmado que la energía es la llave a toda la actividad sobre la tierra, de allí la importancia en hacer que la gente la agote en cosas sin importancia. El Nuevo Orden Mundial no acepta a los latinos, negros, asiáticos y árabes, además de todos los pobres. Sobran hasta como esclavos. La tecnología, que además es de ellos, necesita cada vez de menos obreros. La disminución del potencial intelectual de los países y razas condenadas, está funcionando bien. La salud y la alimentación está haciendo lo suyo sin levantar siquiera sospechas de ser un genocidio muy bien organizado, por supuesto que con menos publicidad que Auschwitz.

Están logrando el control policial sobre el mundo y sus habitantes con la fuerza de las armas, la tecnología y las nuevas finanzas electrónicas. Las formalidades internacionales y el nuevo derecho de los fuertes por sobre los débiles son cubiertos por hombres de razas marginadas, pero que hablan el idioma del amo actuando como sheriff del sistema, siendo el caso más notable el de la ONU. El día 4 de julio de todos los años se observa en casi toda América Latina una inmensa fila de hombres coloniales que tienen el privilegio de saludar al amo en su residencia. En Argentina, anteriormente, sucedía lo mismo para los cumpleaños de la Reina de Inglaterra, pero se cambió de virrey. Con una buena explotación de prensa del día después, se armaría el catálogo completo de la ingeniería de transferencia. La región también es un muestrario de dirigentes sumisos, traidores a su propia sangre y a su clase social, que estudiaron en universidades como Harvard y en vez de, aunque sea, plagiar el conocimiento vuelven doblegados.

Es comprensible el daño que ha causado la dominación colonial en las mentes débiles pero inaceptable para quien siendo electo como dirigente entregue a su pueblo por su mísero bienestar. Todos los imperios, llegado el caso, han terminado entregando a los traidores locales a las fieras como prenda de negociación. Los guerreros, así sean enemigos, quieren una victoria con honor; no la quieren mancillada, no les sirve. No debe haber dudas sobre la legitimidad de la victoria. Las empresas multinacionales son otra cosa. Su poder y su meta son el dinero para el logro de sus objetivos y hasta prometen a los corruptos el bronce. El único bronce del corrupto, el poco bronce que lo acompañará, será el de las manijas del ataúd. Sin pena ni gloria. Inclusive en el mismo territorio imperial, los más duros, los halcones, los más serviles son nietos de esclavos que quizás crean que estando al servicio de los "zioncons" se les aclarará la piel. La raza negra es la más golpeada en la historia de la humanidad. Sin embargo muchos de los que llegan a dirigentes no pueden dejar de servir al amo. Inteligencia sin dignidad, sin honor. Ya en los campos de concentración de la II GM se observaba que los "kapos", famosos por sus crueldades, eran de la misma condición que los detenidos. Cuanta verdad hay en el dicho popular: "No hay peor astilla que la del mismo palo."

Los mensajes emitidos en forma visual, oral o escritos son completos y actúan sobre todos los órdenes de la vida humana. Nunca la historia asistió a semejante poder, de tal magnitud que el detalle se vuelve imperceptible. Solo la formación del hombre permite tomar la distancia necesaria para comprenderlo. Hasta el momento, por lo que se observa en los frentes de combate, no se aprecia un cambio importante en los resultados de quienes resisten heroicamente. Da la impresión que están siguiendo la senda trazada por el Imperio. También, éste demuestra que su fuerte no es la guerra sino la educación, propaganda, manipulación y tantas otras formas de guerra sin sangre. Los blancos estratégicos enemigos siguen sin tocarse, estando a la vista y muchas veces, al alcance. Mientras se destruyan máquinas de guerra el Imperio continúa ganando. Por ahora parece que la mayoría de los hombres inteligentes se encuentran trabajando para el Nuevo Orden Mundial. Si se clasificaría por naciones de acuerdo a la importancia intelectual, se posicionan como Tel Avid, Londres y Washington. En el plano militar, es exactamente a la inversa.

Hay líderes para tiempos de paz, no abundan pero tampoco faltan. Y líderes para los tiempos de guerra. Estos son hombres de excepción. Sin proponérselo opacan a cualquier otro hombre por más capaz que sea, son los que marcan la diferencia. Tanto tiempo de estar soportando la mansedumbre de sus compatriotas, la cobardía, la ignorancia y la entrega nacional que cuando llega su hora hasta el fuego de la guerra es una bocanada de aire fresco para el hombre digno. Para el soldado la novia es el fusil, para el guerrero es la muerte. Son los que saben y recuerdan a La Fontaine cuando dijo que "ningún camino sembrado de flores conduce a la gloria." Quienes vayan a enfrentar a esta maquinaria imperial seguramente tendrán las dificultades de comprensión de la situación que sufre una inmensa mayoría de su propio pueblo, por lo tanto se deberá recordar la sentencia de Nietzsche: "El creador de valores nuevos debe ser destructor de valores viejos." ¿Cómo enfrentar semejante poder si los cabezas con tierra siempre existirán? Cuando surge el liderazgo adecuado generalmente se cambian de bando. Pero hace falta tener amor que es la más fuerte de todas las pasiones y la más incontrolable; amor por los que tienen la misma sangre, el mismo color de piel, por los que sufren sin entender, por los más débiles y lo más importante, que son los que están en la misma Patria Grande. Lo más peligroso para los países son los traidores locales y los gerentes imperiales. Es una pérdida de recursos de todo tipo el no enfrentar prioritariamente al enemigo interno. El general Giap, que nadie pone en duda su capacidad militar, decía: "Una retaguardia sólida y poderosa es sin lugar a dudas uno de los más importantes factores de la victoria de la guerra en general, de la guerra patriótica en particular."

Un clásico budista recomienda qué hacer ante un espadachín: "no se debe recitar poesías frente a alguien que no es poeta." La esencia del poder es la capacidad de mantener la iniciativa, de que los demás reaccionen frente a las acciones y conseguir que siempre permanezcan a la defensiva. Si se conoce al enemigo es posible destruirlo. Hay que agregar inteligencia a las acciones político-militares. El éxito de la Resistencia ante el Nuevo Orden Mundial surgirá cuando irrumpan a escena dirigentes esclarecidos, conocedores de que el secreto de la victoria se encuentra en el mismo lugar donde fue hallado por el enemigo: en la historia de la humanidad. "La cegadora ignorancia nos confunde. ¡Oh miserables mortales, abrid los ojos!" Leonardo Da Vinci

Seratti Ricardo

DNI 10.979.953
Asesor de seguridad y Profesor instructor de tiro.
Muchos de sus trabajos son realizados en el exterior.