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El Tiro Deportivo después del Covid-19

Las dificultades que se presentan para los Tiradores Deportivos

Autor: De Vedia Luis A.

Fecha publicación: 16/06/2020

Después de más de dos meses de cuarentena, los aficionados al tiro deportivo en cualquiera de sus múltiples variantes nos encontramos en una suerte de síndrome de abstinencia por la imposibilidad de practicar esta actividad que tanto nos apasiona. Lamentablemente, más allá del grave momento sanitario que estamos todos pasando, se le suma una crisis económica que sin duda traerá consecuencias en todos los órdenes de la vida nacional y por supuesto también en nuestra actividad deportiva entre tantas otras. Una de las características del tiro deportivo, sobre todo del tiro de precisión en polígono tanto con arma corta como con arma larga, pero muy particularmente en este último caso, es que su práctica depende fuertemente de insumos importados, sean estos munición "factory", puntas, vainas o fulminantes, siendo la pólvora prácticamente el único insumo que el recargador manual puede adquirir como producto de fabricación nacional.

Actualmente, una caja de 20 cartuchos Hornady o Federal calibre .308 tiene un precio de unos U$S 50/55, y una caja de 100 puntas de calidad match Hornady o equivalente ronda en un precio que puede estar, según marca y calibre, entre unos U$S 70/85 aproximadamente, lo que representa al momento de escribir estas líneas unos $ 10000 dependiendo de la cotización de la divisa norteamericana en el momento de la compra. Ni hablar del que quiera iniciarse en la actividad y deba adquirir un arma. Una carabina o fusil de buena calidad como puede ser Remington 700 o CZ parten de unos U$S 1200 o más. Las armas cortas pueden ser aún más caras. Si a esto le sumamos la cuota del club de tiro, costos de obtención de un CLU, compra de blancos, aranceles de torneo y otras yerbas es indudable que para la mayoría seguir con la práctica del tiro se hará cada vez más difícil. Esperar que esta situación se revierta en el corto plazo es excesivamente optimista y deberíamos pensar en alguna estrategia para evitar que nuestra actividad se extinga salvo para unos pocos que tengan la suerte de no sentirse afectados por la crisis económica.

De más está decir que no tengo la solución a este problema, sólo sugiero algunas ideas como una tímida contribución que pueda ayudar a mantener vivo nuestro deporte. Debo expresar que soy partidario de mantener reglamentaciones alineadas con las correspondientes internacionales. Encerrarnos en reglamentaciones folklóricas alejadas de la forma en que una disciplina se practica en el resto del mundo sólo sirve para aislarnos. Afortunadamente, las disciplinas olímpicas como Pistola de Aire, Pistola Deportiva, Pistola Velocidad y Pistola Libre en armas cortas y Carabina de Aire, Carabina tendido o Carabina 3 posiciones en armas largas son dentro de todo, las más económicas en lo que se refiere al costo de la munición, no así lamentablemente las disciplinas olímpicas de escopeta. De modo que si queremos mantener presencia internacional, nuestros tiradores deberían seguir entrenado en la forma en que lo han venido haciendo hasta ahora. Pero la necesidad tiene cara de hereje y para el grueso de los tiradores deportivos que no practicamos disciplinas olímpicas quizás haya que pensar en alguna manera de reducir los costos y esto podría significar que en los torneos sociales, no así en los nacionales o internacionales, consideremos variantes reglamentarias que reduzcan el costo de participar en aquellos. Esto ya se hace en Tiro Federal de Buenos Aires para los torneos de verano de Benchrest pequeño calibre reduciendo el número de disparos sin que la prueba pierda su atractivo. Esta modalidad podría extenderse a todos los torneos sociales de pequeño calibre. Otra posibilidad de abaratar costos, aunque no compartida por todos los tiradores sería uniformar la munición .22LR empleada recurriendo a marcas nacionales como Orbea o FM. Actualmente una caja de 50 cartuchos .22LR de marca CCI velocidad estándar se encuentra en unos U$S 15, es decir unos $ 1500 o más, mientras que una caja de igual calibre y cantidad de cartuchos Orbea o FM, cuesta sólo unos $ 450, es decir un tercio que la importada. Hoy concurrir a un torneo con munición nacional frente a competidores que emplean la importada es dar una ventaja demasiado grande. Limitarse al uso de munición nacional igualaría las chances sin que la competencia pierda atractivo.

Las competencias de grueso calibre son otra historia. Los aficionados a estas disciplinas recargamos la munición por lo que la única opción para reducir costos sería reducir la cantidad de disparos pero si se tiene en cuenta la cantidad de munición que se emplea fuera de competencia, por ejemplo en el desarrollo de recargas, no sé si esto tendría alguna significación. Otra posibilidad, ya explorada por algunos tiradores, es el uso de puntas de plomo fundidas, pero como mi experiencia en este punto es casi nula, no entro a considerarla.

Hay otra alternativa no exclusivamente ligada al beneficio económico, Son varias las razones por las cuales en el ámbito del tiro deportivo se observa un creciente interés por las armas que utilizan gas o aire comprimido como medio de propulsión del proyectil. Entre estas razones se encuentra sin duda el hecho que, superada la inversión inicial que representa la adquisición del arma, su utilización es significativamente más económica que la de un arma de fuego ya que la munición empleada en aquella es en general de bastante menor precio que la de un arma de fuego. Es así que una lata de 300 balines de calibre 6,35 mm de calidad match puede rondar en unos U$S 30 contra una caja de, digamos 20 cartuchos calibre .243 por un cifra parecida. Otro aspecto no menor que estimula la adopción de armas neumáticas en nuestro país y en Europa es la creciente dificultad que el aficionado encuentra para obtener el correspondiente permiso de adquisición y tenencia legal de un arma de fuego. Esta tendencia a complicar la compra y tenencia de un arma de fuego obedece seguramente más a razones políticas que objetivas y no hay hasta ahora evidencia clara que la limitación de la posesión legal de armas de fuego en manos de civiles contribuya a una disminución del delito.

Sería sin embargo un error atribuir el interés por las armas neumáticas sólo a circunstancias más bien negativas relacionadas con las armas de fuego. Las armas neumáticas tienen algunas características propias que las hacen atractivas para el tirador deportivo. Ya hemos mencionado el aspecto económico, otro aspecto es su altísima precisión. Una pistola de aire de competición en buenas condiciones puede ubicar un grupo de 5 disparos a 10 m con balines de 4,5 mm en un diámetro de 10 mm o menos. Una carabina de aire de competición con la misma munición y a la misma distancia puede hacer grupos aún más pequeños. De hecho, desde 1896 ha habido una competencia de tiro con armas de aire en los Juegos Olímpicos.

En la actualidad, además de las disciplinas olímpicas: Pistola 10 m y Carabina 10 m, se han popularizado otras vertientes. Una de las más difundidas internacionalmente es la disciplina Field Target. Es una forma popular de competencia de armas de aire comprimido en todo el mundo. Las competencias de Field Target se llevan a cabo al aire libre, con múltiples objetivos usando una variedad de posiciones: tendido, arrodillado, sentado y de pie. En un recorrido de varias etapas los objetivos se colocan a distancias desconocidas de 7,3 metros a 50 metros o de 10 yardas a 55 yardas en los EE. UU. Los objetivos suelen ser formas de animales de estilo silueta, aunque existe una tendencia hacia formas geométricas simples. Normalmente, hay una pequeña "zona de impacto" central en el objetivo; el disparo debe impactar esa zona para anotar. Los objetivos se disparan desde una línea de tiro dividida en "carriles" de uno a tres objetivos cada uno. Los tiradores deben estimar la distancia al objetivo y en base a la intensidad y dirección del viento hacer las correcciones necesarias para impactar el blanco. Se trata de una disciplina altamente competitiva que exige al máximo al tirador y a su equipamiento.

Otra atractiva disciplina con armas neumáticas muy difundida en Europa y Estados Unidos, pero muy poco aún en nuestro país, es la de Benchrest Rifle de Aire (BRRA). Se tira a distancias de 25 a 100 m con rifles de aire precomprimido en calibres que van desde 4,5 mm a 6,35 mm en general. Por ser una disciplina benchrest, una característica es el empleo de apoyos delantero y trasero para el arma. Las categorías se clasifican según la potencia y peso del rifle. Las categorías correspondientes de la European Rimfire & Air Rifle Benchrest Shooting Federation son las siguientes: Rifle de Aire Varmint liviano puede emplearse cualquier rifle que tenga un sistema de disparo manual o mecánico, incluyendo disparador electrónico, pesando no más de 10 1/2 lb (4.762 kg) incluyendo las miras. La potencia estará limitada a 16.27 joule o 12 lb.pie máximo.

Para la categoría Rifle de Aire Varmint pesado puede emplearse cualquier rifle que tenga un sistema de disparo manual o mecánico, incluyendo disparador electrónico, pesando no más de 15 lb (6.81 kg) incluyendo las miras. La potencia se debe mantener dentro de 27.12 joule o 20 lb.pie máximo.

Para ambas categorías cualquier aumento de mira telescópica está permitido. La munición a emplear son pellets de plomo en calibres: 4.5; 5.5 y 6.35 mm y la distancia de tiro es de 50 m.

Una clase adicional correspondiente a la USA Unlimited Class posee las siguientes características:
Cualquier potencia y peso de rifle está permitido. No hay limitaciones referentes a la culata. Rifles utilizando componentes actuados eléctricamente o procesadores pueden ser utilizados. Banderas de viento, anemómetros que censen y transmitan a una computadora, están permitidos así como apoyos integrales no permitidos en las otras categorías. La munición a emplear son pellets de plomo en calibres: 4.5; 5.5 y 6.35 mm. Calibres mayores a 6,35 mm pueden ser utilizados a criterio del Director de la Competencia. La distancia de tiro será de 50 o 100 m.

En la Argentina durante 2019 se ha redactado un reglamento preliminar que siguen las Reglas Técnicas de la FAT y W.B.S.F (World Bench Rest Shooting Federation) y concuerdan con el espíritu de las reglas de la ISSF y de la European Rimfire & Air Rifle Benchrest Shooting Federation y serán de aplicación para todas las pruebas de Bench Rest Rifle de Aire hasta su posible modificación, la que será informada anualmente. Se contemplan dos modalidades de competencia: por agrupación y por puntuación. Para la prueba de BRRA por agrupación se utilizarán los blancos correspondientes a la categoría Bench Rest a 50 m. Para la prueba de BRRA por puntuación se utilizará el blanco de 150 metros de Hunter. Este reglamento preliminar se encuentra a consideración y revisión de la FAT.

A fin de hacer la disciplina más accesible inicialmente a una mayor cantidad de aficionados se ha establecido por el momento sólo la Clase Libre. Las armas a ser utilizadas en las competencias corresponden a esta clase, con las siguientes características: Cualquier potencia y peso del rifle está permitida. No hay limitaciones referentes a la culata. Banderas de viento, anemómetros que censen y transmitan a una computadora, están permitidas. La munición a emplear son pellets de plomo en calibres libres.

Durante 2019 se realizaron en el ámbito de Tiro Federal Argentino, dos torneos promocionales de BRRA bajo esta reglamentación a una distancia de tiro de 50 m los que convocaron a un buen número de participantes. Se emplearon balines de calibres entre 4,5 y 7,2 mm. La foto de la figura muestra una parte de las líneas de tiro en el primer torneo. Si bien los rifles de aire pre-comprimido son de extraordinaria precisión hasta distancias del orden de los 50/100 m, el gran enemigo de esa precisión es el viento y saber interpretar las banderas de viento para hacer las correcciones necesarias es fundamental para tener éxito en estas competencias. La alta sensibilidad de los balines o pellets al viento se debe por un lado a su pequeña masa. Tengamos en cuenta que un balín de calibre 6,35 pesa como máximo aproximadamente 30 grains. Esta masa pequeña junto con una reducida velocidad de boca, del orden de 750 pies por segundo constituyen la fórmula ideal para resultar en errores importantes de deriva por viento. No obstante esto el ganador de la prueba de Rifle Libre por agrupación del torneo realizado en Tiro Federal Argentino al que hace referencia la foto logró 5 agrupaciones de cinco disparos cada una con un promedio total sobre los 25 disparos de 17,75 mm a 50 m.

Las armas de aire PCP son una muy atractiva alternativa para el tirador deportivo. Sus características, que ya hemos mencionado las hacen muy funcionales con algunas ventajas sobre las armas de fuego. Disparar con estas armas se torna muy entretenido y a la vez exige una ejecución depurada del disparo. Su empleo en competencias de distinto tipo viene creciendo tanto en Estado Unidos como en Europa. Sin duda una variedad de tiro que vale la pena explorar en un momento en que las dificultades económicas y reglamentarias dificultan la práctica de otras disciplinas. Esto de ninguna manera significa o sugiere que debamos abandonar la práctica deportiva con armas de fuego. Todo lo contrario. Las armas de aire representan una posibilidad nueva y atractiva pero no sustituyen de ninguna manera a las armas de fuego tradicionales. En este sentido es muy preocupante el artículo recientemente publicado en esta página por Christian Socolovsky en el que reporta la caída vertical en las solicitudes de credenciales de legítimo usuario. Como Socolovsky expresa en su artículo, el legítimo usuario es la pieza fundamental del sistema, pero está en manos de las autoridades de ANMAC facilitar y abaratar los procesos para obtener una CLU. Concluyendo, si queremos mantener viva la actividad de tiro deportivo, debemos ser creativos en materia reglamentaria y presionar a las autoridades para que también lo sean. De lo contrario, asistiríamos una vez más al languidecimiento y decadencia de una actividad deportiva que en nuestro país tiene una ilustre tradición.

De Vedia Luis A.

Instructor de Tiro
Legajo RENAR ITB 6079

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