Municiones
Autor: Podymski José
Fecha publicación: 31/05/2003
La crisis económica y el alto precio del dólar hacen que la recarga de cartuchos haya tomado un auge inusitado e inesperado. Por eso queremos hacer una introducción a la recarga, el tema del día para todos los aficionados a las armas de fuego.
El hecho de recargar un cartucho metálico, ya sea de arma corta o larga, significa devolverle a la vaina su medida original, reemplazar el fulminante, colocar la carga correcta de pólvora, y por último, engarzar la punta y así obtener una munición a nuestro gusto. Pero para llegar a su correcta confección y lograr que no solo su funcionamiento sea perfecto y seguro sino que pegue tanto o más que un tiro de fábrica, debemos contar con un equipo completo como así también respetar paso por paso lo que nos indica el manual de recarga y la experiencia.
Muchas veces nos consultan qué sentido tiene recargar un cartucho, si de fábrica podemos encontrar una gama muy amplia de variedades dependiendo del calibre. Lo que logramos es obtener una munición a un precio bastante económico, optimizar y muchas veces mejoramos la precisión de un fusil y, por último, disfrutar utilizando un arma para la cual ya no se fabrican sus municiones.
Los elementos que vamos a necesitar para lograr una munición, no solo perfecta a la vista sino también apta para su uso, son los siguientes:
Manual de recarga
En el mercado podemos encontrar un manual en castellano editado ya hace algunos años pero que todavía podemos conseguirlo en armerías que trabajan con elementos de recarga. También en inglés hay textos mucho más completos y muy fácil de interpretar por más que no dominemos correctamente este idioma.
En el manual vamos a encontrar qué carga se puede utilizar en cada calibre dependiendo de la pólvora y la punta que dispongamos, siendo el de Lyman el que nos recomienda la carga máxima como la mínima a utilizar; también encontraremos tanto la velocidad inicial de cada carga como las presiones en recámara.
La prensa
Existen dos tipos de prensa para recargar cartuchos metálicos. La mono estación se confeccionan de a uno los diferentes pasos a seguir. Este tipo de prensa es la que se utiliza para la recarga de cartuchos de fusil ya que por su construcción robusta permite obtener el máximo de precisión.
También se la utiliza para la recarga de cartuchos de arma corta y es la ideal para toda aquella persona que se inicia en esta actividad. En nuestro país se fabrican de muy buena calidad como también podemos obtener una de origen importado.
También están las prensas progresivas, que tienen la característica de realizar varios pasos a la vez lo que permite lograr un gran volumen de municiones en un tiempo corto. Este tipo de prensa es muy seguro ya que por su sistema no permite dosificar una carga doble de pólvora, salvo por un error nuestro. Para preparar tiros de fusil no es conveniente ya que el procedimiento es diferente, pero sí podemos aplicarla para la confección de la munición a utilizar en un arma semiautomática donde necesitamos un gran volumen de fuego.
Dies
Se denomina dies a las herramientas encargadas de dar a la vaina su forma original, preparar la vaina para recibir la pólvora y colocar la punta.
Para cada calibre se necesita un juego de dies: para arma corta está compuesto por 3 cuerpos y en algunos casos por 4. Siempre tenemos que elegir el die encargado de rectificar la vaina con un aro interior de tungsteno, ya que no raya a la vaina. Los cartuchos abotellados como el 357 SIG no se pueden fabricar con este aro de metal duro.
Los de fusil tampoco se confeccionan con esta característica, por el diseño de sus vainas. Para este tipo de arma si la vaina es abotellada va a contar con 2 piezas, y 3 si se trata de una vaina recta.
Shell Holder
Es el dispositivo que soporta a la vaina en la columna de la prensa. Existe uno para cada calibre. En las prensas progresivas se denomina Shell Play.
Balanza
Pieza fundamental para la recarga, ya que dosificar la pólvora por volumen puede resultar peligroso. La escala está representada en grains que es la medida sajona (1 grains = 0,0648 gramos) todos los manuales de recarga y muy fácil de utilizar. El común de las balanzas son mecánicas, pudiendo pesar hasta 500 grains lo que es más que suficiente para nuestro uso. También podemos encontrar digitales, pero para iniciarse no se justifican.
La balanza debe ser muy bien cuidada ya que la tenemos que proteger del polvo y los golpes; cuando la utilicemos, lo debemos hacer sobre una superficie totalmente nivelada.
Tolva
Se utiliza para dosificar la pólvora una vez que encontramos la carga justa. Este tipo de herramienta se usa por lo general para la recarga de cartuchos de arma corta ya que para fusil es conveniente pesar carga por carga.
Torno
Es necesario para recortar las vainas de fusil ya que al dispararlas se estiran siendo necesario normalizarlas para lograr uniformidad en el tiro. Las vainas de arma corta por lo general no necesitan ser recortadas.
Deburring Tool
Es la herramienta que sirve para sacar las rebarbas tanto internas como externas, producidas en el recorte de las vainas
Tumbler
Es el dispositivo utilizado para el pulido de las vainas. Es un recipiente vibrador que no produce ruido y en su interior se colocan unas pequeñas piedras con un abrasivo especial, que limpia y pule a las vainas para dar comienzo a la recarga.
Bandeja portavaina
Accesorio indispensable para trabajar en forma ordenada.
Almohadilla y cepillos
Utilizados para lubricar por fuera y por dentro a las vainas de fusil o aquellas de arma corta cuando no contemos con el die con aro de tungsteno. Como lubricante de vainas conviene utilizar el que se vende para este fin ya que es económico y rendidor.
Colocador de fulminantes
Toda prensa está provista de este dispositivo pero existen dispositivos manuales ó para adaptar en las prensa monoestación para lograr una colocación más pareja del fulminante.
Embudo
Utilizado para colocar la pólvora en la vaina sin derramar ningún grano. Este dispositivo se lo utiliza por lo general en la recarga de cartuchos de fusil. También existen embudos acompañados de unos largos tubos que son recomendados para las cargas de pólvora máxima en tiros de fusil ya que permiten acomodarla mucho mejor en el interior de la vaina (carga por precipitado).
Martillo de inercia
Con esta herramienta vamos a tener la posibilidad de desarmar un cartucho ya terminado sin dañarlo ni correr ningún riesgo, ya que es común en el proceso de recarga introducir una punta mas de lo debido dentro de la vaina (durante la regulación), lo quenos obliga a su desarmado.
Bandeja portafulminante
Es necesaria para acomodar los fulminantes, todos en la misma posición, cuando los pasamos desde su envase original a ésta.
Calibre
Utilizado para comprobar las diferentes medidas de nuestros cartuchos.
Con todos estos elementos ya podemos comenzar a realizar la recarga de cartuchos metálicos.
La recarga no es peligrosa en absoluto, siempre y cuando respetemos las medidas de seguridad necesarias al trabajar con este tipo de material. Siempre se debe respetar al máximo las recomendaciones que nos da el manual de recarga en calibre. En la próxima nota veremos cómor regular cada uno de los elementos para comenzar a recargar.
Ya con el conocimiento de cada una de las herramientas necesarias para un correcto trabajo, vamos a conocer en detalle en que consiste cada uno de los pasos pero antes de comenzar conviene saber que para fijar correctamente la prensa, sea esta monoestación o progresiva, necesitamos una mesa lo suficientemente fuerte como para asegurarla. La tabla de la misma de tener un buen grosor para sujetarla con bulones por los agujeros que posee en su base. Si bien la fuerza que vamos a aplicar en cada movimiento no es tan grande ya que lo hacemos con una palanca, si no aseguramos correctamente la prensa o la tabla de la mesa no posee el grosor adecuado , se nos va a dificultar el trabajo.
Una vez resuelto el lugar de trabajo y con la prensa correctamente instalada, vamos a conocer cada uno de los pasos de la recarga:
1) El recalibrado de la vaina
Consiste en darle a la vaina sus dimensiones originales tal como salió de la fábrica: En el momento de producirse el disparo , las presiones que se generan dentro de la recámara deben ser soportadas en parte por la misma vaina. Por este motivo son fabricadas con un material lo suficientemente resistente y a la vez elástico como para poder ser extraída de la recámara.
Por lo general este material es el latón o bronce, pero también podemos encontrar vainas de arma corta y arma larga fabricadas en hierro dulce laqueado que les da un característico color verde oscuro. Las características mecánicas de este tipo de vainas y su utilización son iguales a las primeras.
Una vez que se produce el disparo, la vaina toma la forma de la recámara, sellando toda posible fuga de gases hacia la cara del tirador. Una vez que el proyectil abandona el cañón, las presiones dentro de la vaina disminuyen permitiendo que esta se contraiga (favorecida por el material con que están construidas) pudiendo ser extraída de la recámara. Por este motivo debe ser trafilada totalmente ya que despues de disparada posee las medidas externas de la recámara y el die le dará la correspondiente a como salió de fabrica.
Para el caso de recargar una vaina para un fusil de presición, se puede rectificar solamente el cuello, para conservar su concentricidad dentro de la recámara condición necesaria para mejorar la agrupación del arma. Este tipo de munición no podrá utilizarse en otra arma ya que el cuerpo de la vaina va a tener la forma de la recámara del arma que la disparó originariamente. Para rectificar solamente el cuello existen dies de recarga denominados "de competición".
Las vainas de fusil, una vez trafiladas y antes de colocar el fulminante , es necesario de recortarla en su largo ya que por el disparo se estiran en forma despareja. Si no lo hacemos veremos afectada la presición.
2) Sacar el fulminante
Este proceso se realiza automáticamente en la operación de trafilado ya que el die posee un perno preparado para esta función, dejando a la vaina lista para recibir el nuevo fulminante.
Expansión del cuello de la vaina y conificado de la boca.
Hasta ahora hemos visto de acuerdo a la figura que el paso N° 1 y N° 2 son indistintos tanto para arma corta como para arma larga, pero en este caso depende del tipo de vaina ya sea cilíndrica ó abotellada.
Para poder colocar la punta en la vaina destinada a un arma corta, es necesario darle a esta en su interior una medida tal que permita introducirla, en las de arma larga también pero los pasos son diferentes a saber:
En las vainas de arma corta con el cuerpo cilíndrico, es una operación donde no solo se le da el diámetro interior para asegurar correctamente la punta sino que la boca es levemente conificada para facilitar el armado de la munición. Este proceso tambien se lo aplica en las vainas de arma larga con forma casi cilíndrica como es el caso del calibre 45-70.
Como casi todas las vainas para arma larga son de forma abotellada, la expansión del cuello se produce en el proceso de recalibrado con el mismo bastago que retira el fulminante , pero el calibrado interior del cuello se lleva a cabo cuando se retira la vaina del interior del die. Para el caso de las vainas abotelladas para arma corta como es el caso del 357 SIG, el proceso es el mismo que para las vainas de fusil.
Como a las vainas abotelladas no hay que conificarle su boca para introducir la punta como en el caso de las vainas de arma corta, en el momento de recortarla se retiran las rebarbas producidas por el corte con el Deburring Tool que es la herramienta que por su forma cónica al pasarla por el cuello ya sea por dentro como por fuera deja un suave ángulo que permite colocar la punta sin que ésta se raye en forma longitudinal lo que produciría pequeñas virutas.
Cuando se expande el cuello la medida interior resultante del mismo es levemente inferior al calibre del proyectil debido a que la función de esta parte de la vaina es la de retener firmemente la punta para que la munición funcione correctamente.
Debemos recordar que cuando mas limpio el interior del cuello de la vaina, mas fácil va a ser el proceso, aparte es conveniente lubricar levemente el interior para que el expansor no se dañe.
Colocación del fulminante
Para la colocación del fulminante todas las prensas vienen provistas de un dispositivo para poder hacerlo. También se puede hacer esta operación por separado para lograr un mejor asentamiento del fulminante.
Cuando trecargamos municiones para arma larga, sobre todo en tiros de presición, es necesario limpiar el alojamiento del fulminante para lo que existen unos pequeños cepillos cilíndricos, de no conseguirlo se puede adaptar un destornillador al diámetro correcto.
Hay que tener en cuenta que este alojamiento puede acumular muchos residuos los que dificultarían la correcta colocación de los fulminantes, ya que pueden quedar por fuera de la vaina.
En las prensas progresivas, si bien los fulminantes son colocados inmediatamente despues de trafilar la vaina, es conveniente que después de que las vainas tengan 3 ó 4 recargas sean separadas para limpiar el alojamiento del fulminante.
Antes de colocar el fulminante tenemos que limpiar el interior de las vaina y sobre todo sacar todo vestigio del lubricante utilizado para lubricar el interior del cuello.
Colocación de la carga de pólvora
Para colocar la medida correcta de pólvora dentro de la vaina, es necesario contar con una balanza graduada en grains, que es la medida de peso que se utiliza para medir la cantidad de pólvora. Las balanzas en gramos pueden ser utilizadas pero siempre existe el riesgo de equivocarse en la conversión de gramos a grains (1 grains = 0,0648 gramos) por lo que no las recomiendo.
Para dosificar la pólvora podemos utilizar una tolva que previamente regulada permite colocar cargas muy parejas, pero no recomiendo su utilización en la recarga de tiros para fusil, ya que en este caso la más mínima variación va a dar un punto de impacto diferente.
Hay que tener muy en cuenta que para cada tipo de arma y calibre se usa una pólvora determinada que es una condición que hay que respetar desde un primer momento para lo cual hay que manejarse con un manual de recarga.
Las máquinas de recarga conocidas como progresivas, son aquellas que hacen mas de una operación en cada movimiento de la palanca, vienen provistas de fábrica con una tolva que una vez regulada son muy presisas en su función pero recomiendo que cada cantidad determinada de disparos se verifique que la dosificación de pólvora sea la correcta por lo que siempre hay que tener la balanza a mano.
Para la carga máximas de fusil que en los manuales se aconseja ser utilizadas con precaución, existen algunas pólvoras que por su volumen o por la poca capacidad interna de la vaina, llegan practicamente hasta la boca de la misma. Para poder trabajar estas cargas se utilizan embudos prolongados con un caño de hasta 30 centímetros lo que permite acomodar mejor la pólvora en el interior de la vaina. Este proceso se lo denomina "carga por precipitado".
Colocación de la punta
Una vez que tenemos la carga correcta de pólvora, vamos a proceder a colocar la punta, este paso es muy importante ya que es uno de los factores que determina la presición del arma. Si la punta comienza a entrar en el cuello de la vaina levemente torcida es muy difícil que quede bien centrada y si esto pasa, cuando se produce el disparo, el proyectil comienza su carrera hacia las estrías tomandolas a esta de forma despareja produciendo un tiro herrático.
Hay calibres que por su conformación o su potencia necesitan que cuando se coloca la punta se debe efectuar un cierre en la boca de la vaina que se denomina Crimp que evita que el proyectil se introduzca mas de lo necesario. Un ejemplo es el 357 de revólver que si no tenemos hecho un buen crimp no solo la punta se puede salir de su posición entre disparo y disparo sino que también facilita el quemado de la pólvora cuando la misma es de quemado lento. Otro ejemplo es la munición cal 44-40 destinadas a las carabinas con cargador tubular , ya que por el proceso de carga se pueden undir dando presiones desparejas.
En la recarga de cartuchos para arma larga, por lo general no se utiliza el crimp pero de necesitarlo por utilizar esta munición en un arma semiautomática, tenemos que dispones de un die especial llamado Factory Crimp.
Para el caso de las municiones para arma corta, cuando se coloca la punta , el die se regula de una forma que se produce automáticamente el crimp cuando son calibres para revólver, ya que para las pistolas semiautomáticas no se lo utiliza ya que el frente de la vaina es la que limita la introducción de la munición dentro de la recámara.
Es muy importante respetar el largo total de cada munición para lo cual el manual de recarga dá el largo máximo total de cada calibre como así confeccionar correctamente el crimp en aquellos calibres que lo necesitan.
Amigo lector, como ha visto recargar un cartucho metálico es muy fácil pero la calidad depende del empeño que pongamos y sobre todo de las herramientas que dispongamos para llevar a cabo la terea. Tenemos que tener en cuenta que cuando mas completo nuestro equipo de recarga mas fácil y preciso será el trabajo pero hay algo que hay que tener muy en cuenta que es la responsabilidad y atención que debemos de poner en cada paso, ya que si hacemos algo mal puede ser muy peligroso tanto para nosotros como para terceros.
Por eso insisto en tomar hasta la mas mínima medida de seguridad en el manejo y utilización de la pólvora y los fulminantes ya que son muchos los casos que por imprudencia han provocado accidentes graves y fatales por el uso imprudente de estos elementos sobre todo por la soberbia de los que creen saberse todo.
Ahora, ya sea para arma corta como para arma larga, vamos a revisar algunas recomendaciones que, si bien parecen sencillas, es muy importante conocerlas para evitar alguna sorpresa desagradable.
Pólvoras
Es muy importante seleccionar la mejor pólvora que se adapte al calibre que vamos a recargar. Las pólvoras destinadas a la recarga de cartuchos para escopeta, que son de un quemado rápido, se adaptan perfectamente a los calibres de arma corta, pero nunca debe utilizárselas en los cartuchos destinados para arma larga.
Unicamente se las recomienda para utilizar una punta de aleación de plomo con una carga muy baja, pero es necesario rellenar el espacio interno de la vaina que, por lo general, ocupa tres cuartos. Este espacio puede ser rellenado con papel higiénico o algodón, pero nunca debe presionar a la carga de pólvora sino que únicamente servirá como relleno para permitir que la pólvora se queme progresivamente.
Si no ocupamos este espacio, no solo van a salir disparos muy desparejos sino que también las presiones serán irregulares y hasta podría llegar a producirse un accidente serio al cambiar la forma de quemado de la pólvora.
Si utilizamos una carga muy baja con la pólvora indicada por el manual y una punta encamisada, no vamos a encontrar este problema, ya que el propelente indicado está diseñado para su uso en armas largas.
Armas largas
Las pólvoras para arma larga están especialmente diseñadas para este tipo de arma. Su quemado, lento y progresivo, genera una mayor cantidad de gases, lo que se traduce en una mayor velocidad inicial. Este tipo de pólvora nunca debe ser utilizado en la recarga de cartuchos de arma corta.
No es peligroso comprimir la pólvora de fusil cuando se utiliza una carga máxima con pólvoras de quemado lento. Es normal que pensemos así al observar que la carga llega prácticamente hasta la boca de la vaina y todavía nos queda colocar la punta.
No obstante debemos de tomar algunas precauciones, como utilizar un embudo prolongado a más de treinta centímetros por medio de un tubo. Con este tipo de dispositivo, al introducir la pólvora en la vaina, por la pequeña caída libre por el tubo prolongador (cuanto más alto, mejor), se acomoda dentro de la vaina de una mejor manera dejando el cuello completamente libre para la introducción de la punta. Por lo general, la forma de los granos de pólvora para arma larga es cilíndrica.
Si bien las cargas máximas dan una muy buena velocidad inicial, lo que se traduce en una mayor energía en el impacto sobre el blanco, no son las más precisas. Por tanto, recomendamos confeccionar una carga de menor velocidad pero que pueda colocar todos los disparos en el punto deseado a cualquier distancia de tiro.
Esta recomendación también es aplicable para la recarga de cartuchos de arma corta y, sobre todo, cuando se recarga para pistolas semiautomáticas donde es mejor encontrar una recarga que haga funcionar correctamente la pistola descartando las muy potentes, ya que se traducen en un mayor desgaste del arma.
Una carga máxima genera mayor presión en recámara cuando se la dispara en un día de mucho calor. Cuando esto sucede no solo se produce una merma en la precisión sino que también se arruina la vaina. Al tener mayor presión en recámara, esta fuerza en parte es soportada por el fulminante, el que tomará un mayor tamaño al hincharse con un consecuente planchado. Esto quiere decir que toma una forma pareja ocupando todo su alojamiento, y donde golpea el percutor se produce un cráter.
Por tanto, material del fulminante van a rodear a la punta, lo que se puede notar al simple tacto. Por supuesto que una vaina sin estas características ya no sirve más debido a que el alojamiento del fulminante se agranda de tal forma que no lo puede retener más en su lugar y consecuentemente se cae.
Por todos estos motivos siempre tenemos que comenzar a recargar utilizando un diez por ciento menos de pólvora (de la carga máxima hacia abajo), por más que un amigo nos recomiende y pase los datos utilizados en su arma. Una recarga que funciona correctamente en un arma no siempre lo hace en la nuestra. Todo se basa en la experimentación.
Selección
Siempre es conveniente utilizar vainas de un mismo lote y marca, ya que el volumen interior varía de una marca a otra, lo que puede afectar no solo al quemado de la pólvora sino también a la precisión.
Cuando estamos por recargar un tiro de fusil, y una vez que tengamos la vaina limpia, tenemos que revisar su interior con una pequeña herramienta confeccionada con un alambre con la punta doblada. Con esta herramienta rascamos por dentro las paredes de la vaina para tratar de encontrar un tipo de anillo a un centímetro del fondo, en la zona que sufre un estiramiento entre tiro y tiro.
Por este defecto la vaina se puede cortar quedando dentro de la recámara la parte delantera, lo que puede llegar a ser peligroso cuando utilizamos una carga máxima. Esta tarea es tan sencilla como necesaria entre recarga y recarga para optimizar al máximo la operación.
Hay que recortar el largo total de una vaina para arma larga, salvo que esté destinada a las pistolas semiautomáticas, ya que su largo no se verá afectado entre tiro y tiro. El largo de vaina en una pistola semiautomática no puede ser afectado, ya que la boca hace tope en el fondo de la recámara.
Antes de colocar el fulminante y la carga de pólvora tenemos que secar perfectamente toda la vaina por dentro y por fuera: si quedan restos de líquido lubricante, el tiro puede fallar.
Más consejos
Para armar el cierre de la boca de la vaina o crimp hay que limitarse al calibre que lo necesite. Cuando se lubriquen las vainas de fusil es recomendable hacerlo con muy poco líquido. Si bien el die de trafilado posee un pequeño orificio para descargar el sobrante, por lo general se arruga el cuello de la vaina con los consecuentes problemas.
Una vez terminado el proceso de recarga es conveniente limpiar cada uno de los elementos utilizados, sobre todo los dies, a los que luego hay que aceitar para evitar que se oxiden.
Se debe asegurar correctamente la prensa, ya que si está floja va a dificultar las tareas, sobre todo las de trafilado, que es la que exige más fuerza. Para que la balanza funcione correctamente es necesario que esté perfectamente nivelada en su base, ya que de lo contrario no podemos esperar que pese correctamente la carga de pólvora. Si en la habitación donde vamos a recargar existe alguna corriente de aire, esto puede afectar la balanza en el momento de uso.
Además debemos utilizar anteojos de protección, ya que si por error o mal manejo de los elementos reventara un fulminante, seguramente una pequeña esquirla nos pegará justo en el ojo. Nunca hay que fumar durante el proceso de la recarga. El tomar mate o distraerse por un amigo que nos ayude también puede provocar algún inconveniente.
Siempre hay que respetar lo que indica el manual de recarga y olvidarse de los consejos de aquellas personas poco experimentadas en este tema. Por medio del consultorio de Pesca, Caza y Aventura los lectores pueden evacuar cualquier duda referida a la recarga de cartuchos metálicos.
Podymski José
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